En la exploración de petróleo y gas en alta mar, los componentes enfrentan condiciones duras que involucran corrosión, carga cíclica y agrietamiento por corrosión de estrés (SCC). La composición de aleación única de Inconel 718 y la robustez microestructural lo posicionan como un material ideal para resistir tales entornos exigentes, proporcionando confiabilidad y vida útil prolongada.
La presencia de cromo, molibdeno y níquel proporciona una película de óxido pasivo efectiva, crucial para proteger contra la corrosión agresiva inducida por cloruro:
Corrosión de picaduras y grietas: El cromo y el molibdeno mejoran la estabilidad de la película pasiva, mejorando significativamente la resistencia a la corrosión localizada. Los estudios muestran que los tratamientos microestructurales controlados optimizan la formación de la película de óxido rico en cromo, mejorando aún más la resistencia a la corrosión.
Corrosión intergranular (IGC): Los tratamientos térmicos controlados reducen el carburo y la precipitación de fase perjudicial en los límites del grano, minimizando la susceptibilidad al ataque intergranular.
La vida de fatiga en los ambientes marinos depende en gran medida de los mecanismos de fatiga de corrosión. Inconel 718 demuestra una resistencia excepcional al inicio de la fatiga debido a su fuerte fortalecimiento de la precipitación y fases límite de grano estable (fase δ):
Interacción de la fatiga de corrosión: En la carga cíclica, los procesos de corrosión combinados aceleran el inicio de la grieta. La densa estructura de precipitación de Inconel 718 retarda la movilidad de dislocación, lo que impide la propagación de grietas.
Cracking de estrés por corrosión (SCC): Los estudios enfatizan la resistencia inherente de Inconel 718 a SCC debido a su matriz rica en níquel que resiste el fragilidad de hidrógeno, un factor clave en los ambientes submarinos y de gas agrio.
La aplicación de Inconel 718 en árboles de Navidad submarinos, componentes de la cabeza de pozo y cuerpos de válvulas ilustran su confiabilidad práctica en condiciones extremas. Los datos de campo confirman los requisitos de mantenimiento significativamente reducidos, intervalos más largos entre inspecciones y tasas de reemplazo mínimas.
Los tratamientos de superficie avanzados, como la nitruración en plasma y el revestimiento láser, han mostrado mejoras notables en la resistencia a la corrosión y la vida útil de la fatiga. Estas tecnologías depositan capas resistentes a la corrosión o inducen estrés residual de compresión, mejorando drásticamente la longevidad y la confiabilidad.
La combinación de Inconel 718 de resistencia a la corrosión superior, durabilidad de fatiga excepcional y resistencia a SCC posiciona idealmente para desafiar las aplicaciones en alta mar. La investigación continua sobre las tecnologías de modificación de la superficie superará aún más los límites, consolidando a Inconel 718 como un material fundamental para futuras infraestructura de petróleo y gas en alta mar.