A medida que el mundo se esfuerza por reducir las emisiones de carbono, la demanda de minerales y metales necesarios para las tecnologías de energía limpia está creciendo rápidamente, a veces esforzando las cadenas de suministro existentes y dañando los entornos locales.
El níquel es un elemento esencial para algunas baterías de vehículos eléctricos y partes de algunos paneles solares y turbinas eólicas. ¿Qué tan robusto es el suministro de este metal vital y cuáles son las implicaciones de su extracción para los entornos, economías y comunidades locales en los lugares donde se extrae?
¿Por qué el níquel se está volviendo más importante en la economía de la energía limpia y cuáles son algunos de los problemas potenciales en su cadena de suministro?
El níquel es cada vez más importante para su papel en las baterías de EV, así como en otras tecnologías como el viento y la energía solar. Para las baterías, el sulfato de níquel de alta pureza es una entrada clave para los cátodos de las baterías EV, lo que permite una alta densidad de energía en las baterías y un mayor rango de conducción para los EV. A medida que el mundo se aleja de los combustibles fósiles, la demanda de vehículos eléctricos y, en consecuencia, para el níquel, ha aumentado dramáticamente y se proyecta que continúe haciéndolo.
La cadena de suministro de níquel para el sulfato de níquel de grado de batería incluye níquel minero de depósitos de mineral, procesarlo a un intermediario de níquel adecuado y refinarlo en sulfato de níquel. Los posibles problemas en la cadena de suministro pueden describirse ampliamente como problemas de uso del suelo en la etapa minera y las preocupaciones de emisiones en la etapa de procesamiento. Obviamente, esto se simplifica demasiado, pero como una estructura básica para nuestra investigación lo pensamos de esta manera.
La minería de níquel es intensiva en la tierra, lo que lleva a la deforestación, el desplazamiento de las comunidades y la contaminación potencial de los recursos de suelo y agua de los desechos mineros. En el paso de procesamiento, el uso de combustibles fósiles conduce a emisiones directas, incluidos partículas y óxidos de azufre. Además, algunas vías de procesamiento emergentes son particularmente intensivas en energía, lo que puede duplicar la huella de carbono de las baterías ricas en níquel en comparación con el promedio actual.
¿Cuál es el papel de Indonesia en el suministro global de níquel y cuáles son las consecuencias de la extracción de níquel allí y en otros países de suministro importantes?
Indonesia desempeña un papel fundamental en el suministro de níquel, celebrando las reservas de níquel más grandes del mundo y suministrando casi la mitad del níquel extraído globalmente en 2023. La producción de níquel del país ha visto un notable aumento de diez veces desde 2016. Este aumento de la producción ha alimentado el crecimiento económico en algunas regiones, pero también trajo impactos ambientales y sociales notables a las áreas de minería y procesamiento de níquel.
La expansión minera de níquel en Indonesia se ha relacionado con los impactos en la salud debido a la contaminación del aire en las islas donde el procesamiento de níquel es prominente, así como la deforestación en algunos de los lugares más ricos en biodiversidad del planeta. Los informes de desplazamiento de las comunidades indígenas, el acaparamiento de la tierra, los problemas de los derechos del agua y la calidad del trabajo inadecuada en las minas y sus alrededores resaltan aún más las preocupaciones sociales y la distribución desigual de las cargas y los beneficios en Indonesia. Existen preocupaciones similares en otros países principales productores de níquel, donde las actividades mineras pueden afectar negativamente el medio ambiente, interrumpir los medios de vida y exacerbar las desigualdades.
A escala global, la dependencia de Indonesia en la energía a base de carbón para el procesamiento de níquel, particularmente en la fundición y la lixiviación intensiva en energía de un material similar a la arcilla llamado laterita, da como resultado una alta intensidad de carbono para el níquel producido en la región, en comparación con otras regiones productoras importantes como Australia.
¿Qué papel puede desempeñar la industria y los responsables políticos para ayudar a satisfacer la creciente demanda al tiempo que mejora la seguridad ambiental?
En los países consumidores, las políticas pueden fomentar la "demanda exigente", lo que significa crear incentivos para que las empresas obtengan níquel de los productores que priorizan la sostenibilidad. Esto se puede lograr a través de regulaciones que establecen huellas ambientales aceptables para materiales importados, como los límites de las emisiones de carbono de la producción de níquel. Por ejemplo, la Ley de materias primas críticas de la UE y la Ley de Reducción de la Inflación de los Estados Unidos podrían aprovecharse para promover el abastecimiento responsable. Además, los gobiernos pueden usar su poder adquisitivo para favorecer el níquel producido de manera sostenible en la contratación pública, lo que podría influir en las prácticas de la industria y alentar la adopción de estándares de sostenibilidad.
En el lado de la oferta, los países productores de níquel como Indonesia pueden implementar políticas para mitigar los impactos ambientales y sociales adversos de la extracción de níquel. Esto incluye el fortalecimiento de las regulaciones ambientales y la aplicación para reducir la huella de la minería y el procesamiento, potencialmente a través de límites de contaminación más estrictos y la gestión responsable de residuos de minas. Además, el apoyo a la participación de la comunidad, la implementación de mecanismos de intercambio de beneficios e invertir en tecnologías de procesamiento de níquel más limpias también son cruciales.
A nivel internacional, armonizar los estándares de sostenibilidad y facilitar el desarrollo de capacidades y la transferencia de tecnología entre los países desarrollados y en desarrollo puede crear un campo de juego nivelado y evitar prácticas insostenibles. Las prácticas de inversión responsables de las instituciones financieras internacionales, que favorecen los proyectos que cumplen con los altos estándares ambientales y sociales, también pueden contribuir a una cadena de suministro de níquel estable y sostenible.